Caen mis dedos sobre mis huellas una brisa los hace volar, aletear ligeros, plumas ágiles y suaves juguetean con el susurro del viento. Diminutas gotas vuelan y se elevan ondeando, navegando sobre los hilos de aire brillantes estrellas sobre un pentagrama afluentes nacientes de mis hojas. Verde, verde, verde con olor a lluvia, las lágrimas de mis dedos se revuelven el viento las agita, baila con su delicadeza revolotean al despegarse de mis yemas. Fado en mi corazón, alegría en mis labios mis ojos ciegos divisan mis manos el aurora se escapa con la brisa melancólica se marchitan, un remolino absorbiendo el rocío guardando el pozo de mis lágrimas. © Maria Nefeli Panetsos
"Ma sarà troppo tardi; ed io me n'andrò zitto tra gli uomini che non si voltano, col mio segreto" - Eugenio Montale