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Principessa

Encontrándome,
con la mirada cansada, ante el perfume de tu sien,
sintiendo tus cadenas desgastadas entre miradas desesperadas.
Deseábamos chocar, entre ladridos infinitos, petrificados.
Sonrisas devoradas entre secretos pasados,
inviernos suspirando palabras de sinceridad.
Fugaz el silencio que nos unió, en un abrazo ebrio al atardecer,
fugaz el momento que nos desgarró, en un llanto sin aparecer,
fugaz, fugaces las pupilas penetrantes,
fugaz, feliz fue todo un encuentro.
Lo que dura una sonrisa, en ella nacimos en pie,
divisando la melancolía inexistente, inalcanzable, inevitable.

Simplemente siempre será superior ser sinceros sin ser severos,
sentir sed sin sentir satisfacción, ese es, sin saberse, su solución.






© Maria Nefeli Panetsos